El motor de los accionistas
Este post es una transcripción de una nota que reporté en el programa de radio Entre Pixeles el 22 de septiembre del 2023.
Al escuchar las noticias de que el motor gráfico Unity implementará a partir de 2024 una tarifa por instalación a los juegos que superen cierta cantidad de ingresos, no pude evitar arrepentirme de todo el tiempo que he pasado aprendiendo el motor. Ahora, tampoco es que uno de mis juegos vaya a vender lo suficiente como para que Unity me cobre los 20 centavos por instalación, pero me uno a los desarrolladores que ven esto como un quiebre total en la poca confianza que quedaba en esta empresa. Y es que los más afectados por esta decisión son los desarrolladores independientes, y a raíz de sus justificadas quejas, Unity ha intentado aclarar un poco la situación.
En el blog inicial, además de la tarifa por instalación, anunciaron que la suscripción a uno de sus planes más económicos: Unity Plus, desaparecerá ese mismo día. Los suscriptores existentes podrán disfrutar del plan más costoso Unity Pro al mismo precio por un año. Pero cuando este año se acabe, tendrán que pasar de pagar 400 dólares al año a pagar más de 2,000 dólares al año, que es lo que cuesta Unity Pro. Obviamente ninguna de estas decisiones dejó contento a nadie. Sobre todo la de la tarifa de instalación, en la cual estudios indie importantes como Aggro Crab, han expuesto sus opiniones en Twitter en forma de comunicados públicos. En el de Aggro Crab se menciona lo siguiente:
“Eso significa que [nuestro juego] estará disponible de forma gratuita para los 25 millones de suscriptores de Game Pass. Si una fracción de esos usuarios descarga nuestro juego, Unity podría cobrar una tarifa que afectaría significativamente nuestros ingresos y amenazaría la sostenibilidad de nuestro negocio.
Y eso es antes de siquiera pensar en las ventas en otras plataformas, las instalaciones piratas o incluso múltiples instalaciones por parte del mismo usuario.
En nombre de la comunidad de desarrolladores, hacemos un llamado a Unity para revertir la última de una serie de decisiones a corto plazo que parecen priorizar a los accionistas sobre los usuarios reales de su producto.”
En el comunicado también dicen que, si Unity no revierte la decisión, comenzarán desde cero en un nuevo motor. Esto se suma a varios ultimatus de ete tipo, como el del estudio detrás de Cult Of The Lamb, en donde dijeron que van a eliminar sus juegos de las tiendas el 1 de enero.
Ahora, respecto a Game Pass, Unity aclaró que Microsoft tendrá que ser el que pague la tarifa, lo que obviamente tampoco es ideal. Y en cuánto a las múltiples instalaciones por usuario, sólo contarán si son en dispositivos distintos. Esto se contradice con lo que dijeron en un blog, en donde dicen explícitamente que el creador deberá pagar todas las instalaciones, ya que Unity no recolecta información del jugador.
Hablando del demonio, Unity en un tweet se refirió a su mecanismo de detección de número de instalaciones: Utilizamos nuestro propio modelo de datos patentado, por lo que comprenderá que no entraremos en muchos detalles, pero creemos que proporciona una determinación precisa del número de veces que se distribuye el [Unity] runtime para un proyecto dado."
¿Acaso los desarrolladores tendrán que pagar una tarifa basada en un modelo que Unity cree que funciona?
Claramente la falta de comunicación y claridad es palpable, casi como si ni en Unity supieran que es lo que van a hacer de verdad.
Otra de las acciones que han tomado los estudios, es desactivar por completo la monetización por anuncios en los juegos móviles hechos con Unity. Lo que obviamente daña tanto a la empresa del motor como a las compañías que distribuyen el juego.
Si es que algo bueno ha salido de esto, es que los desarrolladores lo han visto como una oportunidad para migrar a motores de código abierto, en donde ellos sean dueños de cada línea de código en su videojuego. Uno de los principales motores afectados positivamente por esta migración es Godot, desarrollado por Juan Linietsky y Ariel Manzur.
A luz de estos hechos, los desarrolladores del famosísimo Terraria, Re-Logic, donaron 100k dólares a Godot y a FNA, otro motor de código abierto. Además de donaciones mensuales de 1,000 dólares. Destaco lo siguiente del comunicado de Re-Logic:
"La pérdida de un motor de juego anteriormente líder y fácil de usar ante las fuerzas más oscuras que impactan negativamente en gran parte de la industria de los videojuegos nos ha dejado consternados, por decirlo suavemente. Condenamos de manera inequívoca y rechazamos los recientes cambios en los Términos de Servicio y las tarifas propuestas por Unity, así como la manera poco ética en que se implementaron.
La actitud frívola con la que se desechó años de confianza cultivada por Unity en busca de otra forma de exprimir a editores, estudios y jugadores es la parte más triste. Que este movimiento fuera completamente innecesario lo convierte en una verdadera tragedia, una lección que la industria no olvidará pronto."
Así llego al presente de la situación, en donde el día 17 de septiembre Unity en un tweet expresó que la política presentada tendrá cambios, los cuales serán presentados en los próximos días. A la hora de escribir esta nota, no han habido novedades. Veremos si serán suficientes para recobrar la confianza de los desarrolladores.